EL ATAQUE MARSHALL
El 28 de mayo de 1952, un tranvía descarrila a la altura del madrileño puente de Toledo, con graves consecuencias. En ese accidente, muere la madre de Martín Sagaseta, un joven inspector de policía que contempla con indiferencia el escenario del descarrilamiento. De regreso hacia la comisaría, registra los indicios de la decadencia de una ciudad que no es lo que aparenta, acumulando por igual rabia por acontecimientos pasados y recuerdos recientes; entre ellos, un extraño encuentro sexual con un desconocido en la oscuridad de un cine. Al llegar a la Jefatura, un detenido que está siendo interrogado parece reconocerlo; Martín, sin que medie otra circunstancia, comienza a golpearlo, y continúa hasta acabar con la vida de aquel hombre.
Juan es un muchacho que espera su llamada al servicio militar para escapar del agobiante panorama de una ciudad sin futuro. Los días pasan frente a la rutina, y el único entretenimiento radica en la lectura de las novelitas del oeste que canjea en el quiosco del barrio. Una tarde de primavera, el aburrido horizonte cambia de forma radical: una muchacha retrasada ha desaparecido, y la labor prepotente del inspector Conesa convierte a Juan en el principal sospechoso. Jamás olvidará el interrogatorio al que será sometido, en un episodio que se convertirá en un nuevo y poderoso aliciente para abandonar esa ciudad.
Tres años después, las vidas de Martín y Juan se cruzan. El policía ha sido desterrado a una de las ciudades de España más odiadas por Franco, Barcelona. Juan, por su parte, está a punto de terminar el servicio militar en el la red nacional de ferrocarriles españoles. Manuel Suárez Pertierra, alias el Novio, delincuente de poca monta al que persigue Martín con denodada insistencia es hallado muerto. La investigación llevará al policía incluso a temer por su vida; le apartarán del caso, pero su tenacidad le hará buscar ayuda fuera de los cauces oficiales para resolverlo.
El fango de la investigación los irá salpicando a todos hasta descubrir que, detrás de este caso, se esconde una imbricada red que protege a un poderoso personaje, cuyo pasado lo involucra con los nazis.
El ataque Marshall es una jugada de ajedrez que ‘consiste en sacrificar un peón central a cambio de un potentísimo ataque con todas las piezas contra un enroque blanco poco protegido’.
Sólo espero que Martín Sagaseta vuelva a deleitarme en otra novela. Toma nota, Joserra.
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